A pesar de la valentía de que hace gala Vidal, los revoltosos son pocos, y pronto son derrotados por el ejército, siendo Aníbal herido.
Javier pretende detener a Vidal por estos hechos, pero Luis Nogales se declara cabecilla de los insurrectos y es detenido en su lugar.
Mariana y Luisa Fernanda quedan rezando el rosario en la posada.
En un momento en que Luisa Fernanda ha ido a la iglesia, aparece Javier por allí, logrando únicamente una reprimenda de Mariana por su informalidad.